Podemos cocinar esta carne selecta de varias formas. A continuación, ofrecemos algunas sugerencias.
Asar un filete a la parrilla.
Una vez condimentado y salado a gusto, se coloca en la parrilla a fuego alto. El fuego alto le da al filete un exterior bien chamuscado a la vez que deja el interior jugoso. Una vez retirado del fuego, se ha de dejar reposar unos 5 minutos antes de cortarlo, y aconsejamos no cortarlo de inmediato. Es preferible dejar que la carne reabsorba los jugos para que se mantenga tierna y jugosa. Al cabo de 5 minutos, cortar el filete y servir.
Cocinar en el horno.
La mayoría de cortes se pueden cocinar en el horno, sin embargo, se reservan los más gruesos para evitar que se sequen. Después de condimentar al gusto, se calienta una sartén a fuego alto antes de cocinar en el horno. En esta sartén, se debe sellar el corte 30 segundos cada lado o hasta que el exterior quede crujiente. Colocar la sartén en el horno 10 minutos. Se puede restar 2 minutos para un corte poco hecho o sumarle 2 minutos para uno bien hecho. Después se retira y deja reposar 5 minutos antes de cortarlo.
A la plancha.
Hay 3 reglas de oro: La carne nunca debe estar fría, La plancha debe estar muy caliente y sólo debemos darle una vuelta a la pieza. El punto de cocción es cuestión de gustos y varía mucho en función del grosor de la carne. Si la queremos poco hecha debemos cocinar a fuego fuerte cada lado de la pieza, sacando ésta del fuego antes de que el interior se haga. Si la queremos al punto o muy hecha, haremos lo mismo, pero después de dorar cada lado bajaremos el fuego y dejaremos un rato la carne para que se haga por dentro, a nuestro gusto.